viernes, 5 de junio de 2009

Le doy gracias a Dios por lo que tengo.
Los problemas se me han venido multiplicando como si fueran mágicos; pero gracias a Dios tengo paciencia y fortaleza para sobrellevarlos.

A veces creo que no podré seguir adelante con tanto conflicto; pero le doy gracias a Dios porque cada mañana siento dentro de mi corazón que sí puedo.

Cada día le doy gracias a Dios por los conflictos que pude resolver, por los problemas que pude superar, por la enfermedad que pude soportar, por el odio que se transformó en amor, por la soledad que pude sobrellevar. Cada día lo bendigo por haberme enseñado a decir:

"Gracias Señor por los dones que me das. Contigo no me falta nada".

1 comentario:

J. A. Méndez dijo...

Excelente post, un saludo.