“La Contaduría Pública, por su índole misma, inclina a la rectitud, a la sobriedad, a la eficiencia, al cumplimiento del deber, a la honradez, a la exactitud, a la laboriosidad, a la investigación y, sobre todo, a la conservación de la fama y del buen nombre de quien la ejerce”.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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